Un poquito
Author: Diego // Category:
Es curioso que vuelva a escribir en el blog, pero una amiga ya lo hizo, y la verdad no queria que me atrasase.
Estos días he estado enfermo, dolor de garganta para ser especificos, y hoy me visitó una gripe que seguro se quedará unos buenos días.
Lo curioso es que aún me sigo bañando en las mañanas con agua fría, sigo comiendo helados y ando por ahí con polos y shorts, porque tengo calor y el verano es implacable conmigo. Una razón más fuerte es porque soy un tonto.
A decir verdad, ya me he acostumbrado a estar así, me he encariñado con mis achaques de tos, con mi gargantita inflamada. Soy un tonto, pero soy un tonto feliz.
Y... los días han pasado tan fugaces como siempre, yo pensando en tonterías y diciendolas sin importarme que me califiquen de loco o tonto, adjetivos a los que sé que pertenezco muy bien.
En realidad, iba a comenzar esta entrada de blog con unos pensamientos locos que me nacieron de un suceso que me ocurrió hace unos días atrás, los cuales relatare a continuacion, en primera persona, modo presente, porque siento que sería más adecuado hacerlo así y porque es MI blog y yo decido cómo lo escribo, caracho.
...Salir de clases es siempre un momentito de felicidad tan placentero como fugaz, y menciono fugaz porque no dura mucho, ya que siempre al salir, salgo con mis amigos a descansar en un parque. Hoy hace calor, para variar, y salimos un poco tarde, cosas normales, al pisar las diminutas escaleras de salida los rayos de sol caen sobre mi , logrando que mis ánimos bajen considerablemente y no es muy agradable ello.
Me doy cuenta de que debi traer una gorra y me odio un poco por ello, salgo conversando con mis amigos, Alvaro, Diana, Diego (si, se llama igual que yo, coincidencia loca) hablando mal de nuestros compañeros y de cómo todos son idiotas menos nosotros.
Llegamos a nuestra banca favorita, en el Parque el Olivar, frente a esa laguna de color extraño y que tira chorros de agua, a veces salpicandonos chorros de agua aún estando tan lejos.
Los novios comienzan sus rutinas amorosas y como estamos en la misma banca, tengo que lidiar con ello, entonces aparte de los rayos solares tengo que soportar todo esta atmosfera de amor y afecto , entonces comienzo a odiar un poquito a Cupido, pero no mucho, yo tambien estoy enamorado.
Trato de ver que hacer y recuerdo que estaba leyendo un libro que me prestó Diego, pero me doy cuenta de que él ya lo esta leyendo y que yo en horas de clase habia estado leyendolo, adelantadome demasiado. Entonces comienzo a odiar mi fantastica lectura veloz y mi entusiasmo de tonto lector.
Los minutos pasan volando y yo no me di cuenta de eso, porque estuve tirandole semillas de maíz a las palomas, que astutamente compré en la tiendita de al lado, entonces es hora de que nos despidamos, y que yo pueda ir caminando a mi paradero, tomar el bus y llegar a casa, donde podré descansar y ser feliz.
El camino del parque hacia mi paradero se torna eterno, culpo de ello al calor y tambien a mi pereza innata, la cuestión es que luego de aguantar los claxons de los autos, los tipos corriendo con maletin y mi cuerpo casi desfalleciendo; llego al destino y tomo el bus que me llevará a un mejor lugar(mi casa)
Subo rapidamente, y chequeo sitios disponibles para sentarme, el único que queda es el más cercano a la puerta y lo cogo rapidamente, sentandome comodamente, abriendo la ventana y esperando poder dormir un buen ratito ahí.
Pero como es un dia caluroso, algo debía salir mal, entonces una vieja! sube al bus que esta un poco lleno, me mira a los ojos fijamente, y entonces es cuando me doy cuenta de que debi dormirme mucho antes y de que éste será un viaje incomodo y largo, muy largo.
Y ahí es cuando me surge un odio hacia los ancianos que gustan de abordar buses llenos y que botan a los chicos como yo que sólo tratan de descansar tranquilamente de un dia agotador.
Pero esos sentimientos podran esperar, ahora tengo que viajar colgado y parado, chocandome con muchas personas, que han llenado casi completamente este bus, algunos olvidaron ingenuamente ponerse desodorante, otros más avezados, el bañarse.
Mientras lidio con este calvario de transporte, tratando de escuchar un poco de música por el mp3, comienzo a mirar las ventanas y observo a niños jugando con sus triciclos o su pelota Walon, alegres, risueños, sin interesarles el calor o el terminar sudando.
Y entonces al final empiezo a odiarme un poquito, porque me encantaría poder afrontar este tipo de situaciones así, alegre, risueño y sin preocupaciones.
De alguna u otra manera, he llegado a mi casa, y para mi sorpresa , a pesar de este día malo, me encuentro con mi almuerzo favorito, y que luego de devorar pacientemente, es cuando me dirijo a mi cama con una manzana.
Echado en mi cama me doy cuenta de que la hora de salida es un invento taaan grande, que puede convertise de una pesadilla diaria a uno de los más placenteros sueños, y que simplemente es necesaria una buena y jugosa manzana para dejar de lado esos odiocitos infundados.
Buenas noches, ya tengo sueño, nos vemos hasta la proxima entrada, los quiero!
Pues , el sol es algo agobiante , e ir en un bus , con todos esos efluvios circundantes , es totalmente molestoso , pues si t entiendo , pero la manazana lo compensa todo , en fin .
M , y si no hay nada mas seguro q la casita , mm .. donde uno pde hacer lo q quiere .. y dormir!
hi!, asi q chico de cole, asu esos dias para mi eran...... jaja ni me acuerdo, la razon pues odia tanto ir al colegio q he borrado esos recuerdo XD en fin al menos tines una hora de salida mas inetresante d lo q yo tenia, ^^ y si llegar a casa es de lo mejor y mas en un dia de calor.
nos estamos leyendo